Alfred in Wonderland

aki my nyu fik~

Titulo: Alfred in Wonderland
Autora: Yakumo-chan~
Rating: K+
Género: Fantasía, Aventura, Comedia, Romance
Advertencias: Crack, OOC, AU
Resumen:mmm, Alfred mete la patota y termina en otro "mundo" y x su kulpa todos los paises tmb estan alli y Arthur anda en problemas con Francia... le toca al hero salvarlo, pro q no crea q se la puse facil! ya q va a haber muxos enemigos con los q tendra q luchar...
Disclaimer: ni Hetalia, ni las peliz d Disney, ni Alicia en el país de las maravillas, ni el McDonald´s ni cualquier otra futura referencia a negocios, marcas, etc... NO me pertenecen... aun... fusososo~
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Érase un lindo día en Londres, justo había terminado una reunión mundial. La cual fue organizada por el awesome Prusia, con el argumento de '1001 razones de por qué ore-sama debe volver a ser un país', el lugar fue elegido por Francia solo por molestar al inglés, y como luego América se unió a la pelea de los dos todos accedieron que fuera allí.

El estadounidense se fue detrás del inglés después de la reunión para molestarlo un poco.

-"¡¡¡Hey Iggy!!! ¿A dónde vas?" -preguntó mientras caminaba a su lado con una de sus sonrisas tontas.

-"Me voy a mi casa... ¿a dónde más podría ir? Idiota" -dijo sin hacerle mucho caso y salió dirección a su hogar. Alfred notó que algo tramaba el inglés... ¿Por qué? Simple, lo conocía demasiado. Así que no dijo nada y se fue siguiéndolo a escondidas.

Parece ser que su plan había resultado. El ojiverde iba muy ocupado en sus cosas que ni se percató de la presencia del otro. Iba tan distraído que hasta cerró la puerta principal sin candado, facilitándole la tarea de espionaje al otro.

'Vaya que esta ido Inglaterra' fue lo que pensó el americano al entrar a su casa como si nada. Pero una vez adentro perdió su objetivo de vista, por lo que se paseó por los pasillos en su búsqueda.

Entró a una habitación que le había llamado la atención, ya que en este había muchos libros y velas, y en el centro de toda la recámara, un extraño círculo trazado en el suelo.

Alfred se acercó para verlo con detenimiento, pero antes de eso tropezó con una de sus agujetas que se habían desabrochado desde a saber cuándo; haciendo que este cayera de manos tocando aquel raro símbolo en el suelo. De allí una luz azul delineo el trazo y toda la habitación se iluminó.

-"¡¡¡OMG!!! ¡Es justo como la serie de anime de FullMetal que Japón me prestó!" -fue lo primero que se le ocurrió decir al ver el parecido con dicha serie.

Esperó que algo por allí cambiara forma o se transmutara tal como en el anime, pero nada sucedió. En cambio, Alfred comenzó a sentirse extremadamente cansado y agotado por lo que terminó durmiéndose en la habitación.

*********

-"¡Ay~! Mi cabeza..." -dijo el americano una vez que se levantó, no tenía ni idea de cómo se había quedado dormido; pero seguía en aquella oscura y extraña habitación con la única diferencia que el círculo había desaparecido. Decidió no darle importancia a eso y salir a buscar a Inglaterra para preguntarle qué era ese círculo.

Abrió la puerta y se encontró en el exterior. ¿Qué no estaba dentro de la casa de Iggy? Ahora estaba en un amplio campo y la puerta detrás de él había desaparecido.

-"What the...?" -justo cuando iba a entrar en pánico y a gritar y salir corriendo de forma anti heroica. Algo llamo su atención, un conejo blanco (albino más bien) de ojos carmesí pasaba por allí corriendo con un reloj. Y eso no era lo más extraño, ¡sino que el conejo hablaba!

-"Kesesese... ¿O cómo le hacen los conejos? Bueno, ¡usagi-sama va tarde! ¡¡¡Tengo que darme prisa!!! Kesesese"

-"¿Eh? ¿Prusia?" -dijo sorprendido llamando la atención del mencionado.

-"¡¡¡Kesesese!!! Ese es mi uno de mis nombres clave, soy Gilbert... ¡¡¡Pero llevo prisa!!! ¡No distraigas a usagi-sama, niño!" -respondió para salir corriendo (saltando) de allí

-"¡Espera! ¿¡Por qué...!?" -como vio que Prusia, o al menos el conejo que curiosamente era parecido a él, salía corriendo de allí, optó por seguirlo para ver a dónde lo llevaba, o si al menos lo llevaba con civilización ya que se encontraba extrañamente en un lugar que no debería estar y mucho menos sabia en dónde se encontraba, ya que no conocía semejante sitio en el Reino Unido.

El conejo alemán ni importancia le dio que lo estuvieran siguiendo y continuó saltando hasta llegar a una madriguera y entrar a ella. Mas sin embargo Alfred se detuvo frente a ella, ya que no cabía por allí.

-"Rayos... ¿Ahora qué hago?" -dijo mientras se recargaba en un árbol cercano, accionando accidentalmente una palanca que decía 'Accione en caso de no poder entrar a la madriguera' y de la nada un hoyo se abrió en el suelo haciendo que el ojiazul cayera por este.- "¡¡¡Aaaaah!!! ¡¡¡Ya comprobé que no puedo volaaaar!!!" -gritó asustado una vez que descubrió que no era como Superman ni mucho menos tener sus superpoderes.

Cayó y cayó hasta llegar a dar en una cama muy acolchonadita perfectamente posicionada para evitar que se rompiera la ma---no, si, la mano.

El lugar donde cayó era algo así como un salón, pero solo estaban la cama y una mesita de noche allí, busco desesperado una salida ya que descubrió que también era claustrofóbico y hasta llegó a pensar en que se iba a quedar sin oxígeno si no salía pronto de allí. Y por fin encontró una salida, pero esta tenía un pequeño inconveniente, la puerta media 20cm.

-"¿Y cómo se supone que debo pasar por allí?" -dijo resignado acostándose sobre la cama y dirigir su vista a la mesita a lado de él. Y vaya que andaba distraído ya que sobre la mesa de cristal estaba una jugosa hamburguesa Bic-Mac de McDonald’s. Por lo que olvidó sus problemas para disfrutar de aquel pedazo de carne procesado; iba desenvolviéndola y antes de tirar el papel se dio cuenta que traía unas letras que no eran precisamente publicidad de dicho restaurante. 'Cómeme' era lo que decía el envoltorio y Alfred no se iba a hacer del rogar, guardó el papel y le dio un mordisco a la hamburguesa.

En ese momento el estadounidense fue haciéndose pequeñito y pequeñito.

-"¡¡¡Wow!!! ¡¡¡Esa hamburguesa hace que todo a tu alrededor crezca!!!" -dijo el ingenuo al no darse cuenta de que él fue el que se encogió.

Entonces fue cuando recordó la pequeña y única puerta, ya podría entrar ya que la puerta "creció de tamaño" por lo que fue corriendo hacia ella e intentó abrirla, cosa que no logró ya que estaba cerrada con llave.

-"Ábrete sésamo!" -fue lo primero que vino a su mente pero no funcionó, entonces se puso a buscar alrededor de esta un sensor, una cajita con numeritos para poner la clave, también intentó pasando su tarjeta de crédito por un lado de la puerta pero nada.

Fue cuando recordó la mesita de cristal, si ya lo había salvado de su problema una vez; ¿¿¿que le impediría que lo volviera a ayudar???

Fijo su mirada a esta y pudo observar la llave, que al inicio no pudo ver porque era de diminuto tamaño, indicado para la puerta; pero había un inconveniente... ¡Ahora la mesa media como un millón de kilómetros! Según el punto de vista del ojiazul claro está.

Primero intento escalarla, pero se dio cuenta de otra cosa importante ese día y algo que lo iba a desilusionar... Tampoco tenía los poderes de Spiderman para escalar paredes. Al paso que iba tendría que ser como Batman y 'comprar' sus superpoderes.

Luego de 36 intentos y caídas se dio cuenta que abajo de la mesa que intentaba escalar, había otra más simple pero de su tamaño. Se acercó a ésta y había una hermosa rosa azul en un florero.

-"¿Ahora qué? ¿Me tengo que tragar la rosa?" dijo retirando la planta de su florero para hacer justo lo que había dicho cuando de esta salió una pequeña nota la cual decía: 'Bloody hell! ¡Idiota! ¡¡¡No tienes que comerte la flor!!! Tienes que comer solo un pétalo; ¿y ya te diste cuenta que no tenías superpoderes? Te lo dije, tonto.'

-"¡Pff! ¡Para el caso es lo mismo! ¡Y sí tengo superpoderes Iggy! Solo... tengo que, encontrarlos. ¡Sí, éso!" -y procedió a arrancar un azulado pétalo y comerlo, sabia horrendo. Pero extrañamente el sabor se le hacía conocido, sabia a... ¿scones?

Y entonces, para el pequeño cerebro del americano, la habitación volvió a su tamaño original.

-"¡Oh! ¡Ya voy entendiendo todo esto! ¡¡¡Las hamburguesas agrandan tu entorno y las flores lo disminuyen!!!" -una vez que llegó a la respuesta, tiró la llave al suelo para que luego pudiera recogerla y volvió a morder la hamburguesa haciendo que él se encogiera, cosa que aún sigue sin notar.

Una vez allí pensó que tal vez le fuera útil llevarse algunas de esas cosas mágicas, se llevó la rosa. Ya que la hamburguesa ya estaba fuera de su alcance, cosa que lamentó; y la flor era más fácil de transportar.

Se dio prisa en abrir la puerta ya que se estaba hartando de todo eso y quería regresar al mundo real para seguir molestando a Inglaterra. Pero sus esperanzas se esfumaron al ver que no había llegado a Londres, sino que era un bosque, pero no de esos hermosos con pajarillos cantores y demás animalitos del bosque, esta tierra estaba muerta. Los árboles deshojados y espeluznantes y no había nada verde en el lugar, ya que en vez de pasto había tierra y lodo; parecía ser el atardecer ya que el ambiente era un poco oscuro, no se visualizaba ningún ser viviente en esa fría tierra. O al menos eso creyó él.

Una voz se escuchaba a lo lejos, 'Auxilio' era lo que decía, cosa que hizo que Alfred se asustara. Pero no lo iba a admitir claro está. Dio un paso al frente y la puerta por donde entró desapareció a sus espaldas.

-"¡¡¡Maple!!! ¡Tengo miedo! ¡¡¡Ayúdenme!!!" -esa voz se le hacía extrañamente familiar, pero por más que pensara no lograba recordar de quién se trataba por lo que la curiosidad hizo que terminara acercándose a él.

Y lo que encontró fue a un chico rubio con lentes y un largo rulo que lo hacía ver curioso

-"¡Ah! ¡¡¡Hermano!!! ¡Ayúdame!" -pedía el chico que se encontraba atorado entre unas ramas impidiéndole moverse

-"¿¡M-me conoces!?" -dijo asustado retirándose unos pasos.

-"¡Alfred! ¡¡¡Soy yo!!!"

-"..."

-"Canadá"

-"..."

-"Matthew..."

-"..." -un grillo comenzó a cantar por allí.

-"¡¡¡Soy tu hermano!!! ¡¡¡Soy tu vecino!!! ¡¡¡Soy el que te da de desayunar hot cakes en la mañana!!!" -dijo al borde de la desesperación el pobre canadiense.

-"¡Aah, ya recordé! ¡¡¡Matías!!! ¡Hermano mío! ¿¡Qué haces aquí!?" -dijo feliz de encontrar a un rostro conocido y lo ayudó a salir.

-"No, mi nombre es... ahh-- olvídalo."

-"¿Dijiste algo Mario?" –preguntó el otro al creer escuchar a su hermano hablar

-"No nada. Oye, ¿dónde estamos?" -preguntó resignado. Aunque definitivamente no sabía cómo había llegado haya ese lugar. -"Recuerdo que estaba comiendo unos deliciosos bizcochos con miel de maple y luego me quedé dormido y desperté aquí"

-"Mmm... No sé dónde estamos Macip... Pero yo también me quedé dormido y desperté en un lugar extraño"

-"¿Entonces cómo vamos a salir? ¡Tengo miedo! ¡¡¡Q-quiero ir con Kumakichi!!!" -antes de que el canadiense se pusiera a llorar una luz apareció en frente de ellos, de allí una nube y varios brillos y al final una persona apareció frente a ellos.

O parecía una persona, ya que tenía alitas y flotaba. Era algo así como una hada ya que traía varita mágica y un vestido rosa muy mono, hasta que lograron verle el rostro.

-"¡¡¡Tipo como que se ven totalmente mal!!!" -'Polonia' pensaron los hermanos con tan sólo escuchar su voz como que 'totalmente fabulosa'

-"P-Polonia... ¿Eres tú?" -preguntó Matthew tímidamente pero apenas y fue escuchado.

-"¿Como que es obvio no? O sea, ¡yo andaba como que totalmente ocupado pintando un pony de rosa cuando de repente me quede dormido y desperté aquí! Es como que un lugar súper desagradable, ¡¡¡pero me encantan estas ropas!!!" -dijo el polaco súper emocionado.

-"P-Pero, ¿entonces no quieres regresar?" -preguntó nuevamente el de ojos violetas.

-"¡...y así es como haces que los bizcochos sean de color rosa y sean perfectos para la hora de la merienda!"

-"¡¡¡Ohhh!!! ¡I see!" -ya andaban platicando de cosas triviales el estadounidense y el polaco ignorando completamente al canadiense.

-"¡Bueno! Como que algo tenía que decirles... mmm, ¡ah sí! ¡Como que ya recordé! ¡¡¡América!!!" -gritó llamando la atención de éste que ya andaba persiguiendo a un grillo como si de un niño pequeño se tratara.- "Tipo, ¡¡¡como que soy tu hada madrina!!!"

-"¿¿¿¡¡¡Eeeh!!!???" -gritaron al unísono los hermanos para voltear a ver a la supuesta hada

-"¡Sip! Y tengo que darle un mensaje importante..." -argumentó mientras sacaba una pequeña nota de a saber dónde y se la entregaba al ojiazul. El cual la leyó en voz alta.

-"Mon amour Amérique~: ¡Bonjour! Quería notificarte que tengo a Angleterre cautivo en mi hermoso y lujoso castillo... Si quieres volver a verlo... virgen, tendrás que venir a rescatarlo.
Bueno, a quién engaño. Ese idiota hace mucho tiempo que dejó de ser virgen. ¡Pero ese no es el punto! Tienes que venir porque si no tendré que matarlo (el infeliz me debe 20 euros y no ha pagado). Tienes 15 días para venir con el antes de que sea comida de cocodrilos (aunque los pobres mueran de indigestión).
Con mucho amour~ Francia
XOXO"

-"Vaya, eso explica por qué la carta se veía como totalmente genial con todos esos corazoncitos." -explicó la hada mientras se arreglaba el cabello en un espejo que apareció mágicamente.

Por su parte Alfred andaba en shock. Muchas imágenes pasaron por su cabeza y unas no muy agradables de por cierto. Cosa que hizo que extrañamente se enojara y apretara con fuera sus puños.

-"H-hermano... ¿Estás bien?" -preguntó preocupado el otro al ver que este extrañamente se había quedado callado.

-"Dime Polonia, ¿dónde se encuentra el castillo de Francia?"

-"¡Uuuuuh---! ¡Como por donde grita la mama de Tarzan!"

-"¿Tan lejos?" -preguntó el rubio de ojiazul

-"Es una expresión Alfred" -dijo el otro rubio con cara de '¿Por qué no le dieron cerebro a mi hermano?'

-"Pues, ¡como que si vive lejos! Pero el lugar esta sellado por magia, tienes que encontrar a las cuatro hadas de los elementos para poder llegar"

-"¡Espera! ¿¡En serio existe Tarzan!?"

-"¡¡¡Claro Mariano!!! ¿Qué nunca habías oído hablar de él?" -preguntó su hermano viéndolo con cara de extrañado mientras Feliks lo acompañaba con la mirada.

-"P-pero es que eso es impo---"

-"Sí,¿ entonces dónde encuentro a esas hadas?" -interrumpió Alfred para preguntarle a su hada madrina.

-"¡Eso es como que totalmente fácil! ¡Hay una en cada punto cardinal! Pero cada hada le pertenece a una princesa. Tendrás que pedírselos q ellas para que te puedan ayudar. ¡Oh! Y tendrás una batalla a muerte con Francia para poder rescatar al cejón"

-"¿Por qué me la ponen tan difícil?"

-"Es que como que hay una persona aún mas malvada que Francia llamada Yakumo-sama que es la diosa de este lugar y como no tenía nada que hacer se dedicó a hacerte la vida difícil"

-"¡Entonces hay que derrotarla a ella!" -dijo el ingenuo Alfred al creer que podría derrotarme. ¡Ha!

-"Como que por el momento es imposible. Resígnate primero a derrotar a Francia"

-"Esta bien. Entonces iré primero al norte..." -dijo muy sin ganas el americano mientras empezaba a caminar.

-"Ah, ¡hermano! ¡A-allá no está el norte!" -gritó el amante de la miel para detenerlo.

-"Y tipo, ¡como que aún no debes ir al norte! ¡¡¡Allá esta Inglaterra!!!"

-"¡Entonces tengo que ir allá! ¿¡Qué el punto no es rescatarlo!?"

-"Sí, pero como que allá también está el castillo de Francia y como te dije el lugar está protegido. Tendrás que ir a los otros 3 primero. La hada del norte anda atrapada en otro lado y las otras te podrán ayudar a encontrarla."

-"¡¡¡Esto es muy difícil!!!"

-"Ya te dijeron hermano, no puedes derrotar a Yakumo-sama"

-"Pero nomas con que la vea y le voy a partir la---" -el canadiense lo interrumpió saltando sobre él

-"¡Oh! ¡Y como que no puedes llevar ese atuendo! ¡Necesitas ir conforme a la ocasión!" -dijo el ojiverde para hacer girar su varita y señalar a Alfred con ésta haciendo que apareciera con un gran vestido azul con todo y zapatos de tacón.

-"What the--!? ¿¡Por qué debo llevar esto!? ¡¡¡Al menos también viste a Matthew!!!" -'Bien que te acuerdas de mi nombre ahora hermano' pensó el susodicho mientras lo miraba con enojo.

-"¡Como que no puedo! Yo soy tu hada madrina, no la de él. Él tendrá que encontrar a su propia hada madrina que ha de andar por allí..."

-"¿Ah? ¿Yo también?"

-"¡Pero al menos regrésame mi chamarra! ¡¡¡Es mi adorada chamarra!!!" -gritó suplicante el americano mientras intentaba acercarse pero por los tacones cayó al suelo. -"¡Aaah!"

-"¡Nopi~! Todo lo que llevabas está en los bolsos de ese vestido, así que no ocupas más" -dijo para volver a batir su varita y desaparecer en el aire.

-"Fuck!!! ¡No! ¡¡¡No quiero irme así!!!" -dijo haciendo pucheros el estadounidense a la nada ya que no había nadie con él. O eso creía ya que el Matthew andaba llamándole a gritos y Alfred ni en cuenta de eso.

Así que enojado por obligarlo a usar vestido se fue al sur a buscar al castillo de la princesa número uno. Mientras caminaba de forma extraña por no estar acostumbrado a usar tacones. Después de todo... ¡¡¡un hombre no debería usar nada de eso!!!
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Fin del capi uno... mmm, se aceptan sugerencias~ ^^U y diganme si les hizo reir, q es uno d los objetivos d este FF~ ^^

wajajwajaja !!!! Mega genial el fic !!!!!! sube la otra parte por fis ^.^ !!! ... El fic me lo puse a leer en la noche (no pregunten en que) cuando todos estaban dormidos y me dieron tantas ganas de reirme fuerte que casi reviento al intenar de aguantarme para no despertar a nadie jajajaja (Sobre todo me dio risa Polonia)... jijiji pobre Matthew :O jojo

Por fis duban la segunda parte XD la he estado esperando mucho

lo siento danilixi!!! D= esq... tengo tantaz cosas q hacer y muxas veces la inspiracion no llega!!! TwT

pro weno... aki sta la konti ^^U espero y q te guzte~
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Alfred y el fantasma canadiense fueron caminando al sur, llevaban así unas 2 horas y ya estaban agotados, además de que ya era muy de noche y lo mejor era buscar un sitio para dormir y continuar mañana, además de que al pobre estadounidense ya le dolían los pies de andar en tacones.

Para buena o mala suerte de ambos había una cueva por allí cerca a la que decidieron entrar a descansar, pero tenían un hambre que se comerían a un conejo.

Se adentraron un poco en la cueva para verificar que no corrieran peligro en la noche.

-"¿¡Por qué tenemos que seguir caminando!? ¡¡¡Me están matando estos tacones del mal!!! Aunque el vestido es cómodo, lo admito" -dijo mientras caminaba algo cansado detrás de su hermano.

-"Ya te dije que hay que verificar que no haya algún animal por aquí o un monstruo... o el coco..."

-"¿¡El c-coco!? ¡¡¡Nooo!!! Marcelo, ¡por favor regresemos!"

-"Y por millonésima vez... ¡soy Matthew!" -dijo al extremo de la desesperación. Justo en eso un delicioso aroma llegó haciendo que el estómago de ambos se quejara y reclamara por comida.

-"¡Ahh~! ¿Qué huele tan bien~?" -dijo el ojiazul mientras tiraba baba.

-"Mmm, huele a té negro"

-"I-Inglaterra" -dijo algo cortado por la falta de aire de tanto correr hacia el lugar pensando que probablemente se encontraría a esa persona.

-"¿Eh? ¿Por qué me confunden con ese cejón?" -dijo una voz que definitivamente no era del inglés, cosa que desilusionó al americano.- "¿Conoces a Arthur?"

-"Kesesese... ¡Es el chico de la mañana! Hallo, ¡no sabía que tenías esos gustos por los vestidos!" -dijo una voz conocida por Alfred, era Prusia... o usagi-sama en este mundo.

-"¡Oh! ¿¡Es tu amigo Gilbert!? ¡¡¡Holaaaaa!!! ¡Yo soy el sombrerero loco! Para los amigos Toño, ¿y tú? -gritó súper entusiasmado de a saber por qué un sujeto de piel algo bronceada y ojos verdes y cabello castaño. Mientras dejaba de lado su taza de té para abrazar al invitado. Claro, sólo puede ver a uno, el otro como nadie lo vió se sentó en la mesa a comer algunos churros que andaban por allí.

-"Sí Matt... ya hazte a la idea y aprovecha a cenar..." -se dijo a si mismo mientras Prusia veía el pan volar pero pensó que era culpa del alcohol.

-"Emm, soy Alfred, América... ¿no me recuerdas?" -dijo aún triste por no poder encontrarse a ese cejón de cabellos alborotados para que le gritara.

-"¿Conocerte? ¿Te conozco? Mmm... bueno, creo que sería capaz de reconocer a una linda muchachita de vestido azul así que no..."

-"¡¡¡Soy chico!!!" -gritó enojado y algo sonrojado por la vergüenza que lo confundieran.

-"Oh, ya veo. Bueno, ¡pero aun así te queda bien el vestido! Fusososo..." -dijo acercándose peligrosamente al otro.

-"¡Ei Toño! No intentes suplir a Francis" -dijo el conejo mientras daba un trago a su cerveza.

-"Ahh... ¿Cómo es que hoy está ocupado? Sabe bien que hoy es un día especial. Es mi no cumpleaños y no vino a beber."

-"¿Tu no cumpleaños?" -preguntó Alfred, la verdad quería preguntar cómo llegar con Francia, pero de todos modos sabía que por el momento no podría hasta tener a las haditas para romper la barrera.

-"¡¡¡Sip!!! ¡Es un día importarte y no pudo venir por andar jugando con sus prisioneros!" -dijo el español haciendo pucheritos y al borde de las lágrimas.

-"¿¡C-cómo que jugando con sus prisioneros!? ¿¡Qué prisioneros!?" -rápidamente Alfred se alteró al pensar en lo que podría estar haciéndole a Inglaterra en estos momentos.

-"Kesesese... ¡Pues lo usual chico! ¿Qué no conoces a la reina de corazones? Es todo un pervertido, ¡así que date una idea mocoso!" -dijo el conejito mientras se peleaba con el pan volador que desde hace tiempo estaba desapareciendo.

-"Sí, aún recuerdo cuando fui su prisionero... ésa fue la primera vez que nos conocimos. ¡Pero ahora somos buenos amigos!" -dijo el español mientras le servía té y churros al invitado visible.

-"P-Pero... mmm, Inglaterra... É-él..." -no podía formar la frase, le dolía pensar que ahorita estuviera siendo sometido por Francia, aunque no sabía aún muy bien por qué de repente sentía esa opresión en el pecho.

-"¡Ah! No, ella es la excepción… por ahora."

-"¿Ella?"

-"Bueno, así como aunque Francis sea hombre la mayoría lo conoce como la Reina de Corazones. Inglaterra es la Bella Durmiente, y está bajo un hechizo, es por eso que Francis no le hará nada, no le divierte sino ve la expresión de sus víctimas"

-"¿Puedes explicarme de ese hechizo?"

-"¡Mocoso! ¡Esto parece un interrogatorio! No podemos contarte más de nuestro amigo. Así que ya no insistas"

-"Oh..." -fue lo único que pudo decir. Se sentía impotente en estos momentos, tal vez era por el vestido que le quitaba poco a poco su hombría, pero cada vez que pensaba en Arthur, comenzaba a sentirse extraño, tal vez por el sentimiento de culpa que por él ahora está en peligro. Pero aún no estaba seguro de que le pasaba.- "Entonces, ¿al menos pueden decirme cómo encontrar a la princesa del sur?"

-"¡¡¡La princesa tomatito!!!" -gritó feliz Antonio saltando de su lugar.

-"Sabes que a ella no le gusta que le pongan apodos. Ella es Blancanieves. Está a unos cuantos kilómetros de esta cueva, a pie te tomará como 6 horas llegar a su castillo, mocoso" -dijo el alemán con cara de fastidio de ver la misma reacción de su amigo cuando se menciona a esa princesa.

-"¡Oh! ¡Es la más bella, dulce y adorable princesa del mundo! ¡Me encantan sus cabellos castaños y sus lindos ojos marrones! Siempre voy a visitarla, aunque luego me sacan a patadas de ahí, un día iba caminando con ella y..." -y seguía hablando el español mientras soñaba despierto con la princesita, por lo que asustó un poco a los hermanos mientras Gilbert le lanzaba wurst en la cara al ibérico.

-"¡¡¡Despierta!!!"

-"Ah... Sí. Mmm, ¿van a ir con ella? ¡¡¡Yo quiero acompañarlos!!!" -volvió a decir muy feliz el sombrerero.

-"Claro, puedes venir"

-"Genial, entonces mañana tendré que ir a ver a mi hermano para pasar el tiempo. ¡O ya sé! ¡Mejor iré a molestar al señorito! ¡Kesesese!"

-"¿Ellos también están aquí?"

-"No sé a qué te refieres pero sí. Mira, lo mejor será que descanses mocoso, el camino al castillo del sur es largo y hay muchos peligros..."

-"Vamos tío por acá hay unas camas" -dijo Antonio mientras se llevaba al estadounidense a una recámara dentro de la cueva que tenía dos camas. El canadiense iba detrás de ellos y agradeció ese hecho.

Entonces ambos se quedaron a dormir allí por esta noche. Claro está que Alfred no podía conciliar el sueño, se sentía incómodo, y no era el vestido. Estaba inquieto y se removía en la cama buscando una posición para dormir, pero no lo lograba. Sólo lograba pensar y pensar en cosas relacionadas con Inglaterra. Que por seguirlo llegó a este lugar, que por su culpa ahora éste estaba en problemas, y sobre todo recordaba días pasados donde compartía y reía con él. Entonces recordó la rosa, la sacó del bolsillo y leyó una vez más la nota que venía con ella. Era la letra de Arthur, sus palabras, dirigidas para él, y esa rosa también lo era entonces, ¿no? Extrañamente se sonrojó al pensar que la rosa azul se la había dado Arthur. Y no pudo evitar olfatearla. Ese aroma, era el del inglés, no había duda de eso, esa flor le hacía pensar aún más en Inglaterra.

Y así poco a poco Alfred se quedó dormido mientras aun sostenía entre sus manos aquella azulada flor a la que comenzó a agarrarle gusto.

***********
-"Oye, despierta" -hablaba una voz que en algún lado había escuchado. Pero no la reconocía muy bien.- "¿Quieres ver a Inglaterra? Si es así, despierta de una vez"

-"Mnnh... ¿eh?" -dijo el ojiazul abriendo un poco los ojos. Era aún de noche y aún se encontraba en esa recámara a lado de su hermano que seguía dormido.

-"Hola, soy el espíritu del presente. Me mandaron a que te llevara." -era un chico albino, sus ojos lilas y cabellos platino en forma de honguito. Lo conocía, era uno de los nórdicos, cuando vio el ave que llevaba en la cabeza recordó. Era Islandia.

-"¿Espíritu? ¿Eh?" -aún andaba algo dormido como para asimilar todo.

-"Sí, del presente. Me han ordenado que te enseñe unas cosas"

-"¿Quién te mandó?"

-"Pues prácticamente la diosa Yakumo-sama, ella le dijo a la princesa del sur que me mandara para acá. Oh, y me pidió que antes te diera una nota" -dijo el islandés mientras entregaba la nota a Alfred, el cual volvió a leer en voz alta.

-"Querido Alfred. Para que no me creas que soy una infeliz sin oficio ni beneficio que sólo quiere hacerte la vida cuadritos... ¡pues también te voy ayudar! Jojojo... Aunque no mucho, aún hay unas cosas que debes averiguar, ¡ah! ¡Y piensa bien en por qué te sientes así respecto a ya sabes quien...! Bueno, por el momento es todo. No te preocupes, va a haber final feliz siempre y cuando cumplas las reglas, ¿¡oki~!? ¡¡¡Bye!!! X3 "

-"Ohh, también me pidieron que te diera estas galletas. Creo que ella las horneó" -y las entregó. El americano probó una de mis awesomes galletas, pero la escupió.

-"¡¡¡Pff!!! ¡¡¡Saben feo!!! ¡¡¡Prefiero la comida de Iggy!!!" -dijo el muy infeliz, pero lo perdonaré sólo porque acaba decir algo de fanservice jojojo...- "¡O-oye! ¿Y cómo es que sabe que yo... mmm, ando pensando en alguien?" -preguntó asustado

-"Bueno, eso no lo sé. Pero ése no es el punto. Ven, tenemos que salir antes de que amanezca"

-"Bueno, deja me pongo mis zapatos de tortura" -dijo sin muchas ganas el otro.

-"No. Sólo tu alma viajará" -y sin previo aviso santo garrotazo que le dio al ojiazul haciendo que su alma saliera de su cuerpo, a diferencia de que ahora traía sus típicas ropas y no aquel vestido que Polonia le dio.

-"¡Auch! ¡Oye! No vuelvas a---... ¡OMG! ¿¡Ése es mi cuerpo!? ¡Me morí! ¡No! ¿¡Por qué los héroes mueren jóvenes y bellos!?" -decía desesperado el americano. Mientras el islandés se desesperaba pero de verlo.

-"¡No te moriste! ¡Vámonos ya! ¡Que mi hermano anda esperando a que regrese!" -y jaló del brazo al otro llevándole al cielo traspasando toda clase de materia.

América se asombró del paisaje nocturno de ese mundo. Se veía cualquier tipo de cosas, desde bosques tenebrosos, hasta desiertos, mares, pueblos y demás. También pudo observar 4 castillos en cada esquina como formando una cruz, eran los lugares a donde tenía que ir. Y el castillo del norte, aquel donde se encontraba Inglaterra, era el castillo más grande de todos, y el más vistoso ya que tenía corazones pintados en todas partes y decoraciones extrañas.

-"Ahorita vamos a ir allá. Primero tengo que llevarte a que conozcas como funciona todo" -dijo Islandia para llevarlo en dirección al sur. -"Puedes ver a los 4 castillos principales, ¿cierto? Debes tener cuidado, en cada área también hay otros tipos de castillos. Están alejados de los de las princesas. Pero esos castillos son de personas malvadas a las que debes evitar. En el caso del norte, sólo estaban el castillo de Inglaterra que era la que mandaba el sitio y el de la reina Francia. Escucha, todos ellos tienen como meta apoderarse del castillo principal, y él fue el primero en lograrlo."

-"¿Cómo fue que se apoderó del castillo de Inglaterra?"

-"Eso yo no te lo puedo decir. El que puede es mi hermano. Bueno, mira, cada área tiene un pueblo. Por lo general allí viven algunos caballeros que pueden ayudarte si tienes problemas, ya que también trabajan directamente para las princesas. También hay diferentes lugares que caracterizan a estos sitios. Aquí en el sur es el volcán de aquel extremo" -dijo señalando a un lugar lejano del pueblo y cercano al castillo de los tipos malos.- "En otros sitios es diferente como el océano en la zona norte, el enorme bosque de la zona este y el desierto en la zona oeste, todos cercanos al castillos que no debes acercarte, por lo que creo que no tendrás problemas en eso"

Entonces llegaron al castillo del sur, al de la realeza. Y entraron en la habitación más alta. Allí había una linda muchacha. O eso creyó Alfred hasta que se giró. ¡Era Romano! ¿Romano era la princesa del sur? ¿Blancanieves? ¿¡La princesa tomatito!?

-"Ehh, ¿Romano es la princesa?"

-"Sip"

A pesar de ser de noche Lovino no estaba dormido, estaba mirando por la ventana, como si estuviera esperando algo. Y soltaba unos suspiros de vez en cuando. Cuando ya se estaba aburriendo el estadounidense de ver al italiano en la ventana, un soldado llegó. Y Alfred se escondió detrás de la cama.

-"No pueden verte. Eres un espíritu por el momento" -dijo el de ojos lila algo cansado de lo tonto que era el americano.

-"¡¡¡Princesa!!!"

-"¿Qué quieren bastardos?" -dijo como si nada mientras seguía pegado a la ventana.

-"¡¡¡Su mascota ha sido robada!!!" -dijeron nerviosos los guardias.

-"..." -Romano se giró para encararlos con una cara del mismísimo diablo. ¿Qué no era ella la buena?- "¡¡¡Malditos idiotas infelices!!! ¿¡Cómo es que lo robaron!?"

-"¡Lo sentimos mucho alteza! Creemos que puede estar en manos de... Iván"

-"¡¡¡Che palle!!! ¡Esto no puede ser! Saben lo que haría si tiene el--- ¡Tch! Esto no está bien, ¡vayan inmediatamente a por ella!" -gritaba de la rabia, pero más se notaba un gesto de preocupación en el rostro de Lovino.

-"¡Sí su alteza!" -y salieron corriendo los presentes.

-"Tch. Tengo que ir por él" -susurró para sí mismo la princesa y tomó un abrigo y salió por una compuerta secreta de su habitación.

-"¡Hey! ¿¡A dónde va!? Tengo que ir con él, ella, lo que sea. ¡¡¡No puede irse!!!" -gritaba el americano luego de ver la escena.

-"Pues ni modo. Lo más probable es que se dirija por su hada"

-"¿¡Su mascota era el hada!? ¡No! ¡¡¡Yo necesito el hada!!!" -dijo casi en pánico el norteamericano.

-"Entonces tendrás que ayudarla. Tal vez vaya al castillo de Rusia, te llevaré para que lo conozcas" -dijo el albino para tirar del brazo del otro y llevárselo.

-"Oh, lo conozco muy bien, créeme. No quiero verlo" -dijo enojado el rubio mientras se cruzaba de brazos como niño pequeño.

-"Pues si no quieres rescatar al inglés no hay problema" -argumento el islandés soltándolo.

-"¡GO! ¡Tengo que saber dónde está el hada!" -dijo mientras iba volando hacia el castillo.

-"Sí, pero está al otro lado" -dijo dándose un golpe en la frente. Lo más probable es que me pida un aumento por ponerlo a trabajar con Alfred... pero no le daré nada. ¡¡¡Muajaja!!!

Una vez que llegaron al otro castillo el que era de Iván, cerca del volcán; entraron hacia la sala principal donde se encontraba el mencionado.

Éste estaba como siempre, feliz en un modo extraño y tenebroso. Y llevaba un grifo en sus manos el cual estaba teñido de rojo, cosa que no alegraba precisamente al héroe.

-"¡L-Lo tenemos señor!" -dijo una voz temblorosa. Era un muchacho pequeño de cabellos rizados y rubios.

-"Muy bien Letonia, diles que la encierren en el calabozo, en un frasco para que no escape y luego en una jaula. ¿Entendido~?" -le sonría a su subordinado pero éste se asustó más.

-"S-Señor... p-p-pero... se dieron cuenta d-de que la tomamos. Tal vez manden u-unos soldados p-para..."

-"¿Los vieron~?" -dijo en tono juguetón mientras se acercaba al báltico sosteniendo peligrosamente el grifo cerca de él.

-"¡¡¡Wah!!! ¡N-no nos castigue!" -chillo cubriéndose su cara.

-"¡No te preocupes! Yo no haría eso~ es más, hasta me ahorraron el trabajo de ir por la princesa... Sólo tengo que hacer una llamada. Así que vete, es privado~ ¿sí~?" -dijo mientras una extraña sonrisa se dibujaba en su rostro.

-"¡S-sí señor!" -y así salió corriendo rápidamente del salón para dar el mensaje a los otros bálticos.

Mientras en ruso tomó un teléfono por allí y marco un número que conocía de memoria

-"¿Привет~? ...¡sí! Ya tengo al sello de aquí, ¿y tú cómo vas? ...¿aún no? Bueno, no importa. Aún hay tiempo, ¿necesitas ayuda con eso? ...ahh~... sip... está bien, cuando lo tengas hay que vernos el norte, pero debemos vigilar la zona este, algo me dice que no debo confiar en ese tipo... ...¡No me compares con él~! ...bueno, ¡entonces tu eres igualito a tu hermano! ...jajaja, ¡ya sé que te molesta! Bueno, tengo que irme, tengo que matar a alguien. ¡¡¡До свидания~!!!" -y sin más colgó para levantarse y tomar su grifo y salir de allí como si nada mientras reía de una forma 'inocente'.

-"Bueno, ya casi amanece y ya terminé mi trabajo, así que---"

-"¡Espera!" -gritó Alfred interrumpiendo al espíritu.- "Ehmm, ¿puedes llevarme al norte? Quiero ver a... Inglaterra. Quiero saber si Francia no le ha hecho nada" -el de ojos lilas se le quedó viendo por unos momentos para luego acceder.

-"Está bien, pero hay que darnos prisa antes de que salga el sol"

-"¡¡¡Pues corre que ya voy a medio camino!!!" -gritaba el americano que precisamente ya se había adelantado.

Se dirigieron hacia allá, e Islandia lo llevó a la habitación donde estaba encerrado en inglés. Una vez adentro se escuchó una canción '...marukaite chikyuu, boku wa Aisu--!'

-"Oh, mi celular, espera aquí" -y convenientemente para el ojiazul el espíritu salió de la habitación para contestar la llamada, dejándolos completamente solos.

Era una gran habitación, digno de una princesa se podría decir. La decoración era lujosa pero también había objetos extraños ahí como una bola de cristal, espejos de formas extravagantes y un gran librero que abarcaba toda la pared. En el centro de la habitación yacía una enorme cama king-size pero estaba cubierta por un fino velo azul. Se acercó con cuidado a ésta y pudo observar una figura adentro descansando.

Extrañamente Alfred comenzaba a sentirse ansioso, inquieto, feliz, nervioso y muchas otras sensaciones que uno podría pensar eran efectos de la droga, pero él nunca se había drogado ni lo hará. Sin más tiró del velo pudiendo ver a un delgado cuerpo que traía una ligera piyama azul, subió poco a poco la vista para encontrarse con el rostro del inglés, el cual dormía plácidamente.

-"...Arthur..." -susurró para sí mismo temiendo despertarlo, a pesar de que sabía que ahorita nadie lo escucharía ni mucho menos alguien que tiene un hechizo para dormir eternamente; no quería dejar de ver esa expresión tan tranquila de él, se veía tan pacífico y sumiso. Han pasado miles de años desde que fue la última vez que lo vio de una forma que no fuera llena de ira ni que le gritara. Cuando aún era una colonia siempre lo veía así de tranquilo y feliz. Era lo que faltaba, verlo sonreír un poco y todo sería perfecto para él.

No pudo evitar acercarse aún más a él sentándose en la cama a su lado y acariciar su mejilla con mucha ternura.

-"Nnnh... Al... fred..." -Susurró aún entre sueños el británico al momento que sintió el contacto del menor. Cosa que hizo que se asustara, ¿qué no estaba dormido? ¿Cómo es que pudo...? Y peor aún... ¿qué estaba haciendo él? Así de cerca con su ex-tutor y... y... ¿¡acariciando su mejilla!?

Un leve sonrojo se asomó por las mejillas de Alfred, no podía creer que estuviera frente a Inglaterra y en vez de hacerle una broma o tomarle una foto para burlarse después; estaba... viéndolo con ojos de... ¿ternura? ¿Eso era realmente?

Pero ya no pudo pensar, simplemente su cuerpo comenzaba a pedirle estar cerca del otro, poco a poco acercó su rostro al del mayor, sintiendo su profunda respiración en su propio rostro y ése característico aroma de Arthur, el mismo que tenía aquella rosa.

-"Arthur... prometo venir por ti..." -dijo para la princesa en un tono suave y entrelazar sus manos para luego depositar un suave beso en su mejilla.

-"Alfred..."

-"Ya vámonos..." -llegó de repente el islandés por la ventana asustando al estadounidense haciendo que saltara de la cama de la princesa.

-"¡Ah! ¡S-sí! Ehh, eh... ya vámonos entonces" -dijo nervioso Alfred y también algo sonrosado mientras aún permanecía en el suelo.

Se dirigieron entonces a la cueva donde yacía el cuerpo de Alfred. En todo el camino nadie habló, Islandia simplemente porque así era de serio, pero por la mente de América pasaban muchas preguntas acerca de este nuevo sentimiento que comenzaba a tener al pensar en Arthur.

Cuando llegaron concluyó con que era por el cambio de mundo, y que eso le afectaba.

-"Bueno, recuerda que debes recuperar el hada de Blancanieves si quieres salvar a Inglaterra"

-"¡Sí! ¡Lo haré!" -se dijo decidido más para sí mismo mientras regresaba a su cuerpo.
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Tada~! jeje, lamento tanto la demora! en serio u.u

pro weno... se aceptan sugerencias, comentarios, amenazas de muerte y demaz...

oh... y digan q pareja les gusta y muy probablemente la ponga ***aunk esperen q este fik va a estar mas largo q la avenida Vallarta*** ¬¬Uu

Les pido paciencia si? n.nU

Jejejeje buen fic ,aunque me demore en responderte tenía algunos problemas jiji... jejej tus fic son geniales cuando los leo a veces no me puedo aguantar la risa jijijiji XD XD Por fis cuando puedas subes la otra parte XD

Los rayos del sol cubrieron todo el lugar, los pájaros cantaban, Gilbert saltaba, y los hermanos seguían en los brazos de Morfeo.

-"¡Buenooooos díassssssssss~!" -gritaba cierto sombrerero para arrojarles un balde de chocomilk frío a los norteamericanos despertándolos de golpe- "¡Fusososo~!"

-"¡Wah! Hay goteras... de chocolate..." -dijo América que aún andaba cansado porque casi ni durmió el pobre.

-"¡Wah! ¡Estoy pegajoso!" -dijo Matthew que extrañamente esta mañana Antonio sí lo vió pero ni se extrañó.

-"¡¡¡Ahorita los arreglo!!!" -gritó una vez más emocionado de a saber qué cosa y de la nada sacó otra cubeta esta vez de agua fría para arrojárselas para 'limpiarlos' y al final les lanzó las cubetas en la cara a los dos- "¿Ya están despiertos?"

-"Pues sí así despiertas a la gente, ya sea por qué Romano te odia..." -murmuro el ojiazul.

-"¿Ehh? ¿Dijiste algo?"

-"¡Nada! ¿Ya nos vamos?"

-"Claro, Prusia se fue a ver a Austria... ¡así que ya no hay nada que hacer! ¡¡¡Fuimonos!!!"

Y así siguieron a Antonio que por lo visto era el que más conocía el lugar y mucho más si es que Lovino vivía por allí, debía conocer cómo llegar a su casa/castillo.

-"Estamos perdidos..." -dijo el ojiverde para detenerse a pensar.

-"¡¡¡Te lo dije!!! ¡Pasamos esta roca con forma de tacos de sua-perro como 18 veces!" -gritaba por primera vez en su vida el canadiense pero ni así fue escuchado.

-"Te mataría de no ser que ya tengo ampollas y no quiero moverme, oye... y si mejor vamos a... mmm, no sé... ¿el castillo de Rusia?" -quiso decirle desde el inicio que Romano no se encontraba en el castillo, pero no sabía cómo reaccionaría el español y mucho menos quería dar explicaciones de cómo es que lo sabe, lo catalogarían de loco después. Aunque con ese vestido, ya no tenía nada que perder.

-"¿¡Ehh!? ¿¡Por qué quieres ir a ese feo lugar!?" -preguntó sorprendido el ibérico.

-"Pues... ¿cómo decirlo? Digamos que de noche me morí temporalmente porque Islandia se hizo pasar por un espíritu de a saber qué cosa extraña y me llevó a muchos lugares y luego vi que a Romano le robaron su hada y se fue a saber dónde pero que tal vez es muy probable que esté con Rusia porque también me llevaron allá y estaba diciendo Letonia que ya tenía al hadita pero que lo habían visto y luego se puso a hablar por teléfono y luego me regresaron a mi cuerpo pero aun así no pude dormir." -dijo rápidamente y sin pausas confundiendo a los presentes.

-"H-Hermano... ¿no tendrás fiebre o algo?" -preguntó preocupado el canadiense.

-"¡¡¡Es verdad!!!" -dijo inflando sus cachetes.

-"¿¡Mi princesita esta con Rusia!? Demonios, vengan... vamos al pueblo" -dijo cambiando su expresión a una seria y apresurando el paso a otro lugar diferente.

-"Eh, ¿tu si me crees?" -preguntó ahora el americano.

-"No te entendí nada más que mi princesita se fue al castillo del ruso ése"

Sorprendentemente esta vez llegaron en media hora al pueblo sin hacer pausas, ni perderse, ni distraerse con el puesto de churros que tanto le encantaba al español.

Una vez que llegaron y que Matthew tuvo que cargar a su hermano porque se puso necio que le dolían los pies. Llamaron a la puerta de una casa donde al abrirse el ibérico cambió totalmente su expresión a una de enojo y odio, era como ver la expresión de Romano en el rostro del español.

-"Vaya vaya... ¿Qué quieres ahora sombrerero loco?" -dijo un tipo intimidante y muy alto y musculoso. Que estaba vestido con una pesada armadura y hasta llevaba su espada a pesar de encontrarse en su casa

-"¿¡H-Holanda!?" -preguntó sorprendido el gringo aferrándose más a su hermano que aún lo andaba cargando.

-"¡Gah! ¡¡¡Hermano!!! ¡¡¡M-Me as-fixias!!!"

-"¡Ah! Jeje... sorry" -se disculpó para aflojar el agarre.

-"Estúpido Holanda. No estoy aquí para eso, pero ganas no me faltan. ¿Por qué no estabas con Lovino? Es tu trabajo cuidarlo, ¿no?" -preguntó de una forma escalofriante pero que no asustaba al holandés.

-"Porque sabes que los martes tengo que venir al pueblo a entrenar, ¿a qué te refieres con eso?"

-"¡Idiota! ¡¡¡Lovino está con Rusia!!!" -dijo acercándose de forma desafiante pero enojada hacia el otro. Y los hermanos seguían ahí viendo y temblando por el ambiente de tensión que se formó.

-"¿¡Qué!? Tch, mi hermana me regañará" -dijo ladeando la vista pensativo.

-"¿¡Eso es todo lo que te importa!? ¡Estúpido emancipado! ¡Juraste lealtad a su alteza y tú sólo...!"

-"¡¡¡Cálmense!!!" -gritó Alfred para tirarles sus zapatos a cada uno en la cara. Pero sólo Holanda lo esquivó, Antonio terminó en el suelo por el taconazo.

-"Holanda... tú eres el caballero de la princesa del sur, ¿no?"

-"Sí, ¿por qué mocoso?" -dijo cruzándose de brazos.

-"Escucha, no me importa que no hayas estado allá para cuidarlo, ni que odies a España, ni que tu hermana te vaya a matar. Necesito que la princesa me preste su hada para poder ir al norte y salvar a Inglaterra de Francia. ¡Y si no quieres ayudar está bien! Pero ya no me quiten el tiempo que tengo que…"- hizo una pequeña pausa para pensar un poco- "…Inglaterra me espera y es mi culpa que este en problemas. Yo... tch..." -comenzaba a hacerse un nudo en la garganta del americano, se sentía culpable de todo esto y más aún sólo quería estar con Inglaterra, era una persona muy importante para él.

Holanda se le quedó viendo expectante pero como América ya no dijo nada y bajo la mirada, él decidió hablar.

-"Mocoso... Me agrada tu actitud, te ayudaré con lo que respecta a la princesa del sur, pero no lo hago por ti Antonio, te odio" -dijo para voltear a ver con odio al mencionado- "Pasen a descansar un poco que se ven muertos"

-"¡¡¡Hay que salvar a Lovi!!!" -dijo el español con todas sus energías que aún tenía por gastar.

-"Pues tú idiota, ellos están cansados y no podrán hacerle frente a Rusia así"

Entonces pasaron a la casa de aquel que era los Países Bajos, y les ofreció algo de comer cosa que aceptaron ya que no habían desayunado. Hasta Antonio terminó comiendo luego de un rato porque vaya que se moría de hambre.

La casita no era la octava maravilla; era una humilde de un piso y algo apretadita, pero hasta eso era un lugar cómodo después de todo.

-"Y díganme, ¿por qué quieren ayudar a la princesa del norte?" -preguntó de la nada el holandés haciendo que Alfred escupiera el agua que estaba tomando mojando así al pobre Antonio, y un leve tono rojo se formó en sus mejillas.

-"Ehh... P-Pues, jajaja... ¡es que soy un héroe! ¡Debo ayudar a las personas en peligro! ¡¡¡Jajaja!!!" -dijo riéndose de a saber qué cosa y subiendo el tono de voz.

-"Pero sólo te preocupa ella, si quisieras salvar a la gente sólo te quedabas en un pueblo, allí hay mucho peligro. O puedes empezar derrotando a todos los castillos que atormentan a las personas. Tú en cambio sólo te preocupas en ir al norte"

-"Jejeje... Bueno, es que... mmm, me debe dinero la princesa..." -dijo ladeando la vista pero el sonrojo lo delataba, todos, hasta Antonio se dieron cuenta de lo que realmente pasaba con respecto a Alfred.

Pero nadie dijo nada y se le quedaron viendo con un rostro de 'apestas haciendo excusas'. Alfred sintió la presión de las miradas y comenzó a sentirse incómodo.

-"Ehh, q-quiero salir. ¡Necesito aire fresco!" -dijo para salir del lugar sin esperar respuesta e irse a caminar por el pueblo.

-"Tch... ¿¡Por qué me siento tan extraño!? Es decir, metí la pata y es normal que quiera ayudar a Arthur si fue mi culpa... Pero, ¿por qué se siente como si quisiera otra cosa? ¡¡¡Wah!!! ¡Me volveré loco!" -dijo para detenerse a ver dónde estaba, era un pueblo de gente sencilla, pero la arquitectura se le hacía familiar. Era como las calles de Italia, bueno, era de esperarse, ¿no?

Dirigió sus ojos a un puesto que acababa de abrir, era una zapatería. ¡Qué bien! ¡Ya podría deshacerse de esos tacones mata pies de una buena vez por todas!

Entró allí ya sin correr porque vaya que tenía calambres el pobre.

-"¡¡¡Señor!!! ¡¡¡Buenos días!!!" -gritó apenas entrando.

-"Eh, ¡Tervetuloa!" -dijo tímidamente al pensar que el tipo estaba loco.

-"¡Ah! ¡¡¡Finlandia!!! ¡¡¡Eres tú!!!" -dijo feliz de la vida al ver a otro rostro conocido.

-"Ehh, bueno... así me dicen las personas, pero mi nombre es Tino..."

-"¡¡¡Väinämöinen!!! Lo sé, ¿y no está Hanatamago contigo?"

-"¿C-Cómo sabe mi nombre? ¿Y que tengo un perrito llamado Hanatamago?" -dijo escondiéndose en el mostrador, ya le estaba dando miedo que lo conociera tan bien.

-"Pues... es difícil de explicar" -pero sólo notó que asustaba más al finlandés, así no obtendría que le vendiera unos zapatos- "Bueno, la verdad es que Holanda me habló de ti"

-"¡Oh! ¡El señor Holanda! Está bien, el me da algo de miedo, pero es el que cuida de todos nosotros" -dijo con algo más de confianza.

-"¿Ah sí? ¿Qué no cuidaba sólo de la princesa?"

-"Sí, pero cuando tiene tiempo viene al pueblo a ayudarnos, como la princesa está muy ocupada él es el que cuida de nosotros en lo que más se pueda"

-"Vaya, entonces no estaba entrenando" -se dijo para sí mismo el estadounidense.

-"¿Dijo algo?"

-"No, nada. ¡Oye! ¿Me puedes vender unos zapatos que sean cómodos para caminar grandes distancias? ¡O ya sé! ¡¡¡Mejor unos que puedan volar!!!" -dijo súper entusiasmado al decir eso.

-"Ehh, no tenemos zapatos que vuelen. P-pero, tenemos calzado cómodo, incluso que combine con su vestido señor"

-"¡No lo uso porque quiera! ¡¡¡Me obligaron!!!"

-"¡Descuide! ¡No es el único hombre que usa vestidos!"

Luego de conseguir unos cómodos tenis, que la verdad compró porque cada vez que dabas un paso se iluminaban las suelas, y de que dejara sus zapatos de tacón allá como paga. Se fue directo a la casa de Holanda.

Y ahí estaban, Antonio y Holanda jugando tenis en el Wii muy determinados en no perder mientras Canadá estaba allí viendo todo muy asustado por cómo iban las cosas.

-"Ehh... ¡Ya volví!" -titubeó sin saber si dejarlos jugar hasta la muerte o apagarles el juego para irse de una buena vez con Rusia.

-"H-Hola hermano..."

-"Disculpen, ¿podemos irnos ya?" -dijo apresurando su partida de tenis virtual.

-"¡Ha! ¡Ni en los juegos me puedes derrotar idiota!"

-"Cállate maldito emancipado" -susurró el ibérico con ganas reprimidas de querer matar al otro.

-"Oye mocoso... ¿Y crees que vas a poder ganarle a Rusia sólo llegando como si nada?"

-"¡Pues obvio no! ¡Pero puedo arrojarles una hamburguesa en la cara para distraerlos y entonces me llevo al hada y si anda por ahí a la princesa!" -dijo como si ya lo hubiera planeado con meses de anticipación.

-"Idiota. Así no podrás ni derrotar al panadero..."

-"¡¡¡Eso es cierto Alfred!!! ¿¡Lo has visto!? ¡¡¡Mide como 20 metros y puede cargar hasta tres vacas con una sola mano!!!" -dijo Antonio asustado probablemente de alguna mala experiencia que tuvo con el panadero.

-"Deberás pasar por un entrenamiento para poder derrotar a Rusia" -dijo Holanda dirigiéndose al norteamericano.

-"Esta bien. ¿Qué me vas a enseñar?"

-"Yo no. Terminaría desesperándome y arrojándote por la ventana mocoso" -ante eso Alfred sólo trago saliva asustado- "Pero conozco a alguien que te puede ayudar"

Y así salieron todos, Antonio y Canadá sólo por meches que no tenían a donde ir. Y luego de unas 5 cuadras de la casa de Holanda había una mansión gigantesca privada, con estatuas de oro y limosinas y hermosos y extensos jardines decorados.

-"¡¡¡Wow!!!" -dijeron los hermanos al unísono.

-"¿¡Allí es donde voy a entrenar!?" -preguntó con cierto brillo en sus ojos.

-"¡Nopi~!" -dijo divertido el sombrerero.

-"Es a lado mocosos" -dijo señalando una casa de la inmobiliaria 'Mi ranchito happy'.

-"Fuck!" -susurró desilusionado el ojiazul

Y así pues tocaron a la puerta y les abrió un tipo que si bien no era más alto que Holanda fácilmente lo igualaba, al igual se veía que hasta podría ser el panadero que habían dicho porque vaya que se veía que las vacas ya saldrían volando con un sujeto así de fuerte como el que estaba en la puerta.

De piel oscura y cabello castaño al igual que sus ojos, y con unos anteojos que le opacaban la fachada de 'si me dices negro te mato'' por fin habló el dueño de la casita de rancho.

-"Hola. ¿Qué pasó Holanda?"

-"Hola Camerún, vengo a traerte a estos niños para que los entrenes, quieren derrotar al ruso ése"

-"¡¡¡Y también a Francia!!!" -dijo Antonio apoyando a sus amigos, porque Francia ya lo defraudó al no asistir a su no cumpleaños. Ni hoy tampoco vino.

-"...Están cavando su tumba niños" -dijo después de mirar a los hermanos detenidamente.

-"P-Pero..." -titubeó el canadiense sin saber qué decir.

-"¡¡¡Quiero salvar a Inglaterra!!!" -gritó decidido Alfred mirándolo desafiante mientras Camerún y Holanda lo veían fijamente.

-"Está bien, pasen" -dijo con una pequeña sonrisa el africano al notar la determinación de América.

-"Bueno, ¿y cómo se llaman?"

-"Alfred F. Jones, pero si prefieres dime América, o Estados Unidos, ¡o hero!"

-"América me gusta más. ¿Y tú?" -dijo señalando al de ojos violetas.

-"¡Ah! Ehh... S-soy Matthew Williams... Canadá" -dijo en casi un susurro.

-"¿Cómo?"

-"¡Canadá!"

-"¿Eres sordo-mudo? Bueno, tienes cara de Miguel, así que te diré así" -dijo Camerún con una sonrisa sin malas intenciones de ofender al canadiense, pero es que no podía escucharlo, de hecho apenas y lo veía.

-"¡Camerún! ¡Camerún! ¡¡¡Yo soy Antonio!!!" -gritó saltando de su lugar.

-"Antonio... a ti ya te conozco. Eres el amigo ex-tutor de Holanda"

-"¡No somos amigos!" -gritaron los mencionados al unísono.

-"Lo que digan... América, dime exactamente porque quieres que te entrene" -dijo Camerún dirigiéndose a Alfred luego de ignorar la respuesta de los otros dos.

-"Pues la verdad..." -otra vez tenía miedo de decirlo, y no miedo precisamente. Sino que esa opresión en su pecho se hacía presente en esos momentos. Pero pensó que si no lo decía de una buena vez no estaría a gusto. Además, todos son buenas personas que no pensarán raro de él. Matthew era su hermano y podría confiar en él, Antonio estaba casi en la misma situación que él y lo comprendería, Camerún parecía una buena persona que no le diría nada y Holanda, bueno, al parecer a él no le importa nada- "¡Es que Inglaterra es una persona muy importante para mí! Es como de mi familia y por mi culpa él está en problemas y para empeorar las cosas está con una de las personas que el más odia, entonces yo... quiero salvarlo, pero la verdad no puedo pelear contra él."

Una vez más todos guardaron silencio para escuchar la respuesta de Alfred, apreciaban la determinación del muchacho, pero más que nada veían cómo era que el mismo no se daba cuenta de lo que realmente estaba ocurriendo, ni de la verdadera razón de por qué quiere estar con el inglés. Todos a excepción de Alfred ya sabían que este estaba enamorado. ¡Hasta el miserable panadero ya lo sabía!

-"Muy bien, tienes todo lo que se necesita para comenzar la práctica, así que vamos al patio" -dijo el africano para levantarse de su lugar y dirigirse al lugar.

El patio era más grande que el estadio Azteca y precisamente era una superficie plana perfecta para jugar fútbol, aunque ahora no se usara para esto. Una vez que llegaron Camerún tomó del cuello de la camisa a los dos hermanos y los lanzó en el aire mientras que los otros amigos/enemigos tomaban asiento en una mesa de patio para tomar té y observar todo.

-"Muy bien, ¡entonces comenzaremos aquí!"

-"¡E-Espere! ¿Y-yo también?" -temblaba el canadiense luego de darse de golpe contra el suelo.

-"No, tu no" -dijo para acercarse a ellos.

-"E-Entonces, ¿¡por qué me lanzó por el aire!?"

-"Es que quería ver si aguantaban, tu hermano bien soportó y no dijo nada, esto es para evaluar sus habilidades..."

-"Sí, claro" -susurró Holanda por otro lado.

-"Tu deberás entrenar de mago o curandero, o ambos. Pero yo de eso no sé. Así que sólo podré entrenar a América, tu puedes sentarte a tomar té"

Y así se levanta muy a su pesar el rubio que le dolía su pobre traserito y se fue con los otros para que lo ignoraran por completo.

-"¿Yo qué tengo que hacer?"

-"Lo primero es continuar tu evaluación para ver en qué eres bueno y en lo que no, así que primero vamos a pelear"

-"Muy bien" -se dijo más a si mismo que a su profesor y se puso en pose de defensa.

-"Oye, ¿te parece bien luchar en vestido?"

-"Ehh, jeje, creo que tie--- ¡¡¡Aaah!!" -y ni pudo acabar su frase porque en eso un fuerte golpe en el estómago lo mandó a volar nuevamente cayendo a unos metros de allí. Demostrando así que Camerún era igual o más fuerte que el estadounidense.

-"¡¡¡Auch!!! ¡¡¡No me dijo que ya iba a empezar!!!" -se quejó el rubio mientras se levantaba algo adolorido.

-"Mocoso, el enemigo no te va a avisar cuándo va a atacar ni mucho menos debes distraerte frente a él" -dijo el holandés que sin siquiera poner atención al entrenamiento bien sabía lo que estaba pasando.

-"Hijo, concéntrate, y un vestido no tiene nada que ver con que pelees a menos que---" -y tampoco pudo acabar ya que un enojado Alfred tomó al sujeto por el brazo para arrojarlo bruscamente al piso con todas sus fuerzas causando una fuerte fractura en el suelo. Pero ni mueca de dolor se formó en el rostro del castaño.

-"¡Eso fue porque en realidad me dolió!" -gritó América para ver directamente a los ojos al otro que ni se inmutó con sus palabras.

-"Ay no, ¡esto está mal!" -gritó España mientras que Holanda se giró para poder ver por primera vez la situación y ver lo que iba por ocurrir.

-"¡¡¡Jajaja!!! ¡Así me gusta!" -rió divertido Camerún para levantarse y tomar del cuello al otro de una forma casi asesina- "Debo admitir que sí me dolió, así que tu misión es quitarme mis lentes. ¡Si puedes hacer eso puedo entrenarte!"

Luego de aclarar las instrucciones lanzó una vez más a América haciendo que se estrellara de espalda contra un árbol.

-"Cof cof... Infeliz..." -dijo recobrando el aire y mientras se limpiaba algo de sangre en su boca a causa del golpe.

Luego de ver el golpazo de América, Holanda volvió a darles la espalda para seguir disfrutando de su merienda. Y España y Canadá estaban aterrorizados de cómo se iban tornando las cosas.

Y así pues dio comienzo la evaluación de Alfred.

América de inmediato fue corriendo hacia el africano para darle un fuerte golpe pero éste fue más rápido y lo esquivó para posicionarse detrás del ojiazul y darle una patada haciendo que saliera volando una vez más.

Y así fue la mayoría de las veces, Alfred atacando de frente para que luego esquivaran su golpe y lo mandaran a volar por el aire cada vez más y más alto, haciendo que éste se agotara rápidamente mientras el otro seguía fresco como una lechuga.

Los movimientos de América se volvían cada vez más lentos haciendo que Camerún ni siquiera esperara la oportunidad y lo atacaba a cada momento que veía que éste no se movía.

-"¡¡¡Alfred!!! ¡¡¡Deja de hacer eso y ataca de otra forma!!!" -gritaba con una playera que decía 'muérete Holanda' que a saber de dónde sacó y ni al caso. Y animaba a América a continuar, y la verdad es que todos sus gritos de ánimo antes eran dichos por Canadá, pero nadie lo escuchaba y pues misteriosamente Antonio andaba muy inteligente el día de hoy.

Entonces Alfred se acercó a un árbol para arrancarlo de raíz y usarlo como nueva arma, mientras Holanda desenfundaba su espada en contra de Antonio por llevar esa ofendente playera.

Y allí iba América persiguiendo al castaño con un enorme árbol mientras el otro corría divertido hasta que se cansó y tomó el otro extremo del árbol y comenzó a agitarlo bruscamente mandando lejos al americano haciendo que se azotara de cara en el suelo esta vez. A diferencia de que ahora ya no se levantó.

-"¡¡¡Hermano!!!" -gritó preocupado Matthew al ver que Alfred ya no se levantaba.

-"Hijo, ¿ya te moriste?" -dijo dejando de lado en árbol y acercándose al cuerpo que yacía en el suelo.

-"Y-ya... no aguanto..." -dijo a duras penas aún en el suelo sin siquiera fijarse a ver a su maestro.

-"Es una pena, a saber qué cosas ha de estar haciendo Francia en estos momentos a Inglaterra, muy probablemente tomando sus regiones vitales. Sí, ni modo. Nadie va a poder rescatarla y la pobre va a vivir sometida como una muñeca a merced de Francia" -justo en eso algo se aferró de una forma brusca a sus pies haciendo que cayera en el suelo.

-"¡¡¡Cállate!!!" -un Alfred aún más enojado y acompañado de un aura asesina se levantó mientras aún sujetaba los pies de su maestro, dispuesto a darle un fuerte puñetazo en la cara. Pero Camerún se adelantó y levantó sus pies fuertemente mandando para variar a Alfred a volar.

-"Mocoso, no tienes que dejarte llevar por tus emociones" -una vez más Holanda era quien le decía sus errores y ni se preocupaba por ver el duelo.

-"Hijo, tus enemigos usaran muchas veces la palabra para hacerte caer. No debes dejar que te derroten ni aunque sea mentalmente. Siempre piensa que SÍ vas a cumplir tu misión"

Alfred se levantó una vez más agotado pero determinado a vencer a Camerún, a Rusia y sobre todo a Francia. Pero tenían razón, no iba a conseguir nada si se distraía tan fácil, así que se calmó un poco y recurrió a algo de lo que no acostumbraba usar: su cerebro.

Y entonces luego de 15 minutos de ver a Alfred en su sitio con un notable dolor de cabeza Camerún se acercó para golpear al muchacho, el cual esta vez logró esquivar el golpe, y por raro que suene una idea llegó a su mente. Sonrió y se ocultó detrás de un árbol.

-"¿Y esconderte va a ayudarte en algo?" -dijo el africano mientras se acercaba hacia él.

-"¡Nop~! ¡Pero es cansado tener que perseguirte!" -dijo el ojiazul desde el otro lado.

Cuando Camerún llegó arrancó el árbol del suelo y lo mando a volar.

-"Hola Camerún, tiempo sin verte" -sonrió para salir corriendo de allí.

Ahora la situación era al revés, América perseguido por un africano armado del poder de la naturaleza dispuesto a aplastar al estadounidense.

Pero a mitad de camino... Camerún cayó y quedo abajo del tronco que llevaba. En eso Alfred aprovecho para ir rápidamente hacia allá e impedir que el otro escapara y así por fin pudo quitarle los lentes mientras sonreía triunfal. Y todos observaron boquiabiertos el suceso, a excepción de Holanda, el sólo volvió a dirigir su vista al enfrentamiento.

-"¡¡¡Lo logré!!!" -reía mientras mandaba a volar el árbol para liberar a su maestro.

-"¿Q-Qué fue eso?" -dijo el otro luego de que le regresaron sus lentes.

-"¡Fácil! ¡Había dicho que las hamburguesas me salvarían!" -dijo señalando una hamburguesa embarrada en el suelo. La había dejado caer mientras corría, y Camerún al no ver por dónde iba por llevar toda la vegetación del árbol resbaló con ésta- "¡Chiquita! ¡Perdóname! ¡Pero prometo hacerte una digna tumba en tu honor una vez que termine con esto!" -dijo en lágrimas Alfred para llorar por la pérdida de una fiel amiga.

-"¡¡¡Fusososo!!! ¡Eso sí que fue extraño!" -reía divertido el español esta vez con una playera que decía: '¡Soy España!'

-"¡¡¡Jajajaja!!! ¡Muy bien chico! Pasaste la primera prueba"

-"¿Pasé? Pasé... ¡¡¡Síííí!!! ¡¡¡Pasé!!! ¡¡¡Lo logré!!!" -celebraba contento de la vida, hasta que se desmayó

-"¡Hermano!" -corrió el canadiense para socorrer a su hermano mientras España lo acompañaba y Holanda iba de mala gana para allá.

-"Jeje, hijo. Te aseguro que podrás estar de nuevo con Inglaterra" -susurró el africano para llevarse cargado al otro para llevarlo a su casa y atender sus heridas.

-"Mnnnh... Ar-thur... Gané..." -susurraba el rubio entre sueños con una pequeña sonrisa dibujada en su rostro.
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Fusososo~ saben lo tanto q m tarde escribiendo esto!? es la primera vez q escribo un enfrentamiento d bajos recursos economicos! D= jaja, se q kedo chafa... pro haber si mejoro kon la practica xq vaya q va a haber muxos enfrentamientos en este fik @_@

)Jajajajajaj estubo fantastico me dio tanta risa que casi me da un infarto jjejeje, aunque me demore mucho en leer por los estudios no tenía mucho tiempo , pobre alfred jeje menos mal que se saco esos zapatos de tacon se ven tan incomodos me da risa imaginarmelo con vestido jijiji (ademas sale fin ) .¡¡ Espero que subas pronto la proxima parte !!! o si no me voy a morir y voy a tener que culparte jeje . broma. Por fa jeje